Sólo dos de cada 10 mexicanos revisa la información nutrimental antes de comprar un producto. Pero la industria hace su tarea y desde enero etiqueta sus artículos conforme a la NOM 051.
La decisión de cambiar el etiquetado de los alimentos y bebidas no alcohólicas con estos datos surgió a partir de un estudio elaborado por ConMéxico. (Foto: Marc Fauche)
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Por: Ivet Rodríguez
CIUDAD DE MÉXICO (Revista Manufactura) — No hay plazo que no se cumpla y desde el 1° de enero de este año los fabricantes de alimentos y bebidas procesados tuvieron que modificar el etiquetado de sus productos,según las especificaciones establecidas en la Norma Oficial Mexicana 051.Para cumplir con este requerimiento, 18 empresas que representan cerca de 50% de los productos que hay en anaquel ya reformularon sus etiquetas según la iniciativa "Checa y Elije", impulsada por el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico).
Marcas como Bimbo, Nestlé, Coca Cola, Kellogg's y Totis se unieron a esta iniciativa, por lo que en las etiquetas de sus productos ya se muestra la cantidad de energía (calorías), grasa (g), azucares (g) y sodio (mg) contenidos por cada envase, pieza o porción. Así como el porcentaje diario recomendado de cada uno de estos nutrimentos basado en una dieta de 2,000 calorías, explica Jaime Zabludovsky, presidente ejecutivo de ConMéxico.
"Contar con esta información le permitirá a los consumidores poder elegir el producto que más le convenga según sus necesidades y hábitos alimenticios", dice.
La decisión de ‘armar' el etiquetado de los alimentos y bebidas no alcohólicas con estos datos surgió a partir de un estudio elaborado por ConMéxico, cuyo objetivo era conocer qué querían los consumidores mexicanos en materia de etiquetado.
Una mejora visual en las etiquetas, que permitiera entender más rápido y mejor la información nutrimental contenida en los productos; un desglose de la información por envase o porción y no por fracción, así como la homologación de la información independientemente de las marcas, fueron las tres peticiones que hicieron los consumidores para mejorar la información nutrimental contenida en los productos.
Zabludovsky explica que antes de la entrada en vigor de las nuevas reglas de etiquetado, los datos contenidos en las etiquetas venían fraccionados por lo que el consumidor no sabía en realidad cuanta grasa o azúcar consumía cuando se comía unas papas o se tomaba un refresco.
Por otro lado, a veces era difícil comparar el aporte nutrimental de dos productos porque cada uno presentaba la información de manera diferente.
El reto ahora será hacer que los consumidores lean las etiquetas, ya que según el estudio de ConMéxico, sólo dos de cada 10 consumidores revisa la información nutrimental del producto antes de comprarlo, sin embargo, dice Zabludovsky, se espera que en un par de años todos los consumidores se preocupen por ‘saber que tiene lo que comen'.
El directivo de ConMéxico reconoce que si bien contar un con etiquetado más claro de los productos permitirá que los consumidores estén mejor informados a la hora de elegir sus alimentos, ésta es sólo una parte de la solución, ya que para revertir el problema de la obesidad en México es necesario cambiar los hábitos de vida de la población, lo cual no es tarea fácil.
Marcas como Bimbo, Nestlé, Coca Cola, Kellogg's y Totis se unieron a esta iniciativa, por lo que en las etiquetas de sus productos ya se muestra la cantidad de energía (calorías), grasa (g), azucares (g) y sodio (mg) contenidos por cada envase, pieza o porción. Así como el porcentaje diario recomendado de cada uno de estos nutrimentos basado en una dieta de 2,000 calorías, explica Jaime Zabludovsky, presidente ejecutivo de ConMéxico.
"Contar con esta información le permitirá a los consumidores poder elegir el producto que más le convenga según sus necesidades y hábitos alimenticios", dice.
La decisión de ‘armar' el etiquetado de los alimentos y bebidas no alcohólicas con estos datos surgió a partir de un estudio elaborado por ConMéxico, cuyo objetivo era conocer qué querían los consumidores mexicanos en materia de etiquetado.
Una mejora visual en las etiquetas, que permitiera entender más rápido y mejor la información nutrimental contenida en los productos; un desglose de la información por envase o porción y no por fracción, así como la homologación de la información independientemente de las marcas, fueron las tres peticiones que hicieron los consumidores para mejorar la información nutrimental contenida en los productos.
Zabludovsky explica que antes de la entrada en vigor de las nuevas reglas de etiquetado, los datos contenidos en las etiquetas venían fraccionados por lo que el consumidor no sabía en realidad cuanta grasa o azúcar consumía cuando se comía unas papas o se tomaba un refresco.
Por otro lado, a veces era difícil comparar el aporte nutrimental de dos productos porque cada uno presentaba la información de manera diferente.
El reto ahora será hacer que los consumidores lean las etiquetas, ya que según el estudio de ConMéxico, sólo dos de cada 10 consumidores revisa la información nutrimental del producto antes de comprarlo, sin embargo, dice Zabludovsky, se espera que en un par de años todos los consumidores se preocupen por ‘saber que tiene lo que comen'.
El directivo de ConMéxico reconoce que si bien contar un con etiquetado más claro de los productos permitirá que los consumidores estén mejor informados a la hora de elegir sus alimentos, ésta es sólo una parte de la solución, ya que para revertir el problema de la obesidad en México es necesario cambiar los hábitos de vida de la población, lo cual no es tarea fácil.
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