Una mujer de Nueva York se contagió de sida por medio de un trasplante de riñón, un caso que tiene a las autoridades vueltas locas. ¿Cómo es posible que un donante con el virus VIH haya sido elegido para la donación de un riñón o de cualquier otro órgano? Según autoridades del hospital, el joven donante se contagió con la enfermedad entre el tiempo en el que se le hizo la prueba de compatibilidad y la cirugía.
Desafortunadamente, ésta no es la primera vez que el sida ataca a una persona inocente. Mary Fisher, una activista norteamericana, se contagió de sida por su esposo, Brian Campbell, quien al momento de pedirle el divorcio confesó ser VIH positivo. Desde entonces se propuso abogar por el trato compasivo de personas que padecen de la enfermedad.
Mary Fisher saltó a la fama por los emotivos discursos que dio frente a las convenciones republicanas de 1992 y 1996. En el discurso de 1992 Fisher dijo:
“Esta noche, yo represento a la comunidad del SIDA, cuyos miembros pertenecen a todos los segmentos de la sociedad estadounidense. Aunque soy madre, de raza blanca, yo soy una con un niño negro que lucha con tubos en un hospital de Filadelfia. A pesar de que soy mujer y contraje la enfermedad en el matrimonio y disfruto del cálido apoyo de mi familia, yo soy una con el hombre solitario gay que mantiene una vela encendida ante el frío viento de rechazo de su familia.”
La historia de la mujer de Nueva York que contrajo el sida por un grave error médico es tan desgarradora como la de Mary Fisher. Esperamos que las autoridades encargadas de prevenir dichos errores pongan medidas preventivas antes de realizar cirugías del calibre de un transplante de riñón.
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