AYUDA | Atención médica
Pequeños 'milagros' sanitarios tras el tsunami en Japón
Probablemente, el día en que los cardiólogos japoneses Yuichi Tamura y Keiichi Fukuda se abrieron una cuenta en Twitter, no pensaron en que en el futuro, la red social les resultaría clave para atender a sus pacientes.
Sin embargo, cuando el terremoto y el posterior tsunami que sacudieron Japón el pasado 11 de marzo pusieron en riesgo el tratamiento de sus enfermos, la red se volvió el medio más efectivo para hacerles llegar toda la información que necesitaban.
Después del desastre, los especialistas comenzaron a preocuparse especialmente por sus pacientes con hipertensión pulmonar, ya que muchos de ellos necesitan una infusión constante de fármacos por vía intravenosa y el suministro de medicamentos estaba fallando.
"Formar una cadena de abastecimiento resultaba complicado en los primeros momentos del desastre y la red telefónica no funcionaba bien, ni siquiera en las áreas metropolitanas. Sin embargo, comprobamos queInternet permanecía bastante estable", recuerdan los especialistas esta semana en la revista 'The Lancet'.
Entonces, pensaron que usar Twitter y su "excelente sistema para diseminar la información" podría ser muy útil para avisar a los pacientes sobre cómo y dónde podrían adquirir la medicación.
"Nuestros tuits fueron diseminándose a través de las redes de pacientes y así, la mayoría de afectados pudo hacerse con los tratamientos", señalan.
Obviamente, reconocen los cardiólogos, también resultó clave la asistencia de los profesionales que colaboraron para recoger y llevar a determinados puntos los fármacos y que "incluso llevaron la medicación a un paciente en helicóptero".
Sin embargo, subrayan, "nuestra experiencia demuestra que, de forma paralela al apoyo físico, las redes sociales también fueron fundamentales para superar numerosas dificultades en la catástrofe".
Un traslado complicado
La experiencia de Tamura y Fukuda no es la única muestra de cómo el ingenio ha hecho frente a la adversidad en el Japón de las últimas semanas. El último número de la revista médica también narra el caso de600 pacientes con problemas renales que estaban sometidos a diálisis en la ciudad de Iwaki -una localidad situada 40 kilómetros al sur de la central de Fukushima- y que tuvieron que ser trasladados de urgencia a Niigata, otra ciudad 200 km al norte.
"Ha sido un evento sin precedentes trasladar a nada menos que 600 pacientes en hemodiálisis", recuerdan Junichiro James Kazama e Ichiei Narita, nefrólogos del centro sanitario que recibió a los enfermos.
Usando su experiencia tras haber vivido dos terremotos de magnitud 6,8 en la escala de Richter, organizaron los medios disponibles para poder atender correctamente a un gran número de enfermos inesperados.
"Los pacientes no pudieron traer consigo su historial médico, por lo que, a su llegada se les sometió a un pequeño examen médico y a un cuestionario para poder atender sus necesidades más inmediatas", recuerdan.
"El terremoto había destruido las infraestructuras y en las circunstancias en las que estaban, la terapia de hemodiálisis era extremadamente complicada", recuerdan. El traslado también lo fue, pero la coordinación les hizo posible sobrevivir.
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