Luis Enrique Rodríguez | La Prensa.- En una salida a cenar con sus amigas hace tres semanas, Erica Soto pidió una hamburguesa doble carne. Cuando le quitó el pan de arriba para echarle salsa de ajo, se horrorizó al ver una chiripa dentro de su comida. Al día siguiente hizo la denuncia a las autoridades sanitarias y el local ubicado en el centro de Barquisimeto fue cerrado por insalubridad.
Con este local, son 23 los establecimientos de venta de comida que han sido cerrados en lo que va de año por no cumplir con las normas mínimas de higiene que garanticen un alimento limpio y sin contaminación.
La doctora Isis Fernández, directora de Salud Ambiental y Contraloría Sanitaria, detalla que los cierres se han producido en todo tipo de establecimientos, tanto grandes restaurantes como pequeños negocios de comida rápida.
“Nadie está exento de recibir una visita y si no cumple con la higiene adecuada, es cerrado y deben solventar el problema para evitar problemas de salud en la población”, asegura.
Los cierres son de carácter temporal y a los pocos días pueden volver a abrir. A los tres meses vuelven a ser inspeccionados para evaluar si la irregularidad que se detectó fue solventada.
Hasta la fecha se han realizado 512 inspecciones a establecimientos de comida y otras 495 a industrias y transporte de alimentos, estos últimos han salido ilesos y ninguno ha sido sancionado.
Evalúan todo
Los cierres que se han producido son por deficiencias relacionadas con la higiene.
La doctora Fernández explica que la mayoría consiste en la presencia de vectores como cucarachas, chiripas, ratones, ratas, moscas y demás alimañas portadoras de enfermedades.
También le meten el ojo a la basura, si está bien depositada, tapada y alejada de los almacenes de comida.
Las tuberías de aguas negras y blancas son otros de los motivos que llevan a los cierres si no están bien canalizadas o cuando los desagües emiten malos olores.
La ubicación de los baños es importante. En algunos lugares están justo al lado de la cocina con ventanas que se comunican con de manera directa con los alimentos.
Los funcionarios de Contraloría Sanitaria, encargados de realizar el recorrido, les exigen a los vendedores de comidas requisitos como curso de manipulación de alimentos, limpieza del establecimiento, uso de uniforme, guantes, gorros y pinzas para agarrar la comida.
“Evaluamos la integridad tanto del local como de la calidad de los alimentos y la limpieza de los utensilios. Para eso se les dan los cursos de manipulación y los certificados de alimentos”, agregó la doctora Fernández.
Guaros reclaman atención y limpieza
La mayoría de las inspecciones realizadas por la Dirección de Salud Ambiental corresponden a actuaciones en respuestas a denuncias hechas por la gente afectada.
La directora del ente, doctora Isis Fernández explica que los clientes del lugar acuden a la sede ubicada en la Zona Industrial I con carrera 30 a formalizar la denuncia de que notaron situaciones insalubres. La solicitud se procesa y se programa una inspección sorpresa a dicho establecimiento.
“Antes la gente tenía miedo de denunciar. Eso está cambiando porque las personas se dieron cuenta de que tienen derecho a recibir un buen servicio y más si se trata de comida”, explica la doctora.
De manera permanente, la institución se encuentra vigilante e inspeccionando cuando negocio de comida existe en la entidad, sin embargo, el personal no se da abasto para cubrir todos los negocios y menos con la proliferación de venta de comida rápida, por lo que Fernández insiste en que deben denunciar y precisar la dirección del comercio, así como la irregularidad que ellos detectaron para ir a comprobar y sancionar.
Emiten certificados todos los días
Para trabajar el cualquier negocio que venda comida, es necesario que tengan elcertificado de manipulación de alimentos que se expide en cada municipio de la entidad.
En el caso de Iribarren, se emite en la Dirección de Salud Ambiental en donde cada día atienden entre 25 y 30 personas que solicitan este documento.
Se trata de un curso en donde se les da a conocer a los participantes las claves de manipulación higiénica de alimentos en función de evitar riesgos de transmisión de enfermedades. Este tipo de talleres ofrece además una formación integral del ciudadano desde el punto de vista de higiene alimentaria y sobre la combinación adecuada de los mismos como garantía de una óptima nutrición.
La doctora Fernández enfatiza que existen organizaciones no autorizadas que se dedican a dictar estos talleres de manera ilegal y emitir certificados chimbos. Recuerda que para tener validez, este documento debe estar avalado por la Dirección General Sectorial de Salud. En lo que va de año se han entregado dos mil 399 certificados que no pierden vigencia.